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Rally de regularidad

Hace relativamente poco han empezado a tomar fuerza los deportes a motor en Colombia. La afición por los carros ha crecido en los últimos años y esto se ha visto reflejado en el amplio número de clubes que se están formando en torno a diferentes marcas o características propias de determinados vehículos. Ahora a la gente le gusta ir al autódromo y ven el carro o la moto como algo más que un convencional medio de transporte. Entre las diferentes alternativas que existen para disfrutar a bordo de un carro están los rallies de regularidad, competencias que han ido tomando fuerza en nuestro país de una forma exponencial.

El piloto está en silencio con sus manos sobre el volante. Se escucha el motor del carro, el navegante haciendo cálculos a una velocidad inimaginable y la cuenta regresiva del encargado que, al llegar a cero, libera a la tripulación. El pie derecho del piloto golpea contra el piso del vehículo y las llantas resbalan contra el asfalto rompiendo el silencio monótono de la quietud. Empieza la carrera.

Un rally de regularidad es una competencia que busca encontrar precisión en las tripulaciones participantes. La idea es seguir una hoja de ruta donde se especifica el camino que debe seguir el vehículo durante todo el trayecto. Este documento está conformado por una serie de recuadros, estrictamente denominados etapas, que se conducen a una velocidad constante y están compuestos por tramos que sirven como puntos de control para saber cómo va la navegación. Siguiendo estas instrucciones se espera que el carro pase por los puntos de control en un tiempo exacto. Lo anterior implica que el rally no lo gana el auto que complete el recorrido en menor tiempo sino aquel que lo haga en el tiempo exacto, ni más rápido ni más despacio de lo estipulado en la hoja de ruta. La tarea parece sencilla pero hay que tener en cuenta otra variable: los cálculos. En la parte superior de cada tramo se encuentran discriminados tres datos que son el tiempo, la distancia y la velocidad, pues sin éstos es imposible tener buenos resultados en la competencia. La dificultad radica en que la organización nunca le entrega los datos completos a la tripulación, razón por la cual el navegante debe estar realizando cálculos matemáticos para encontrar la información faltante y así indicarle al piloto todo lo necesario para seguir avanzando con precisión.

Lo más importante que debe lograr la tripulación antes de cualquier otra cosa es no perderse del camino estipulado por la hoja de ruta. Para llegar a esto el equipo debe contar con una impecable independencia y seguridad, pues siempre existe el riesgo de perderse por seguir a algún otro auto que va más adelante de manera equivocada. Aún a pesar de las recomendaciones siempre se ven carros que se pierden de la ruta y buscan recuperarse avanzando a grandes velocidades por la berma o incluso patinando en reversa. Perderse puede llegar a representar la derrota, pues cortar camino así sea por unos metros puede implicar que el equipo deje de pasar por un punto de control.

No se cierran vías sino que se compite entre el tráfico habitual de las carreteras. Teniendo en cuenta lo anterior y comprendiendo que la precisión es lo único fundamental para tener buenos resultados, se puede comprender la gran dificultad de correr un rally de regularidad. Si la tripulación se encuentra con un atasco durante un tramo, posteriormente debe recuperar el tiempo y esto solo se puede lograr acelerando. Empieza entonces la carrera contra el reloj, incrementa la temperatura dentro de la cabina y empieza realmente la competencia. El navegante pide cada vez más velocidad y el piloto maniobra el carro de la manera más eficiente que puede pero recuperar tiempo es muy complicado. El reloj no perdona ni un solo segundo y cualquier error puede implicar la pérdida de otro más. Por momentos empieza a entrar el aroma de los neumáticos quemándose contra el suelo entonces se suben las ventanas, doble clutch y acelerar aún más.

img_4103Si existe una afición por los motores los rallies son una excelente oportunidad para pasar un excelente rato. Es necesario que cada tripulación se componga de mínimo dos personas que serán el piloto y el navegante. Aunque los dos son fundamentales hay uno de mayor importancia que además es la autoridad dentro del carro: el navegante. El piloto debe limitarse a seguir instrucciones sin debatir con su compañero. Si ya ha participado en una de estas competencias sabrá acerca de la importancia de la buena comunicación entre la tripulación. Si aún no ha participado en un rally de regularidad hágalo, intente no perderse y disfrute de la ruta. Existen diferentes modalidades en cuanto a estas competencias. Los preferidos son los rallies nocturnos aunque se duplica la dificultad por la baja visibilidad. Para éstos es importante que el navegante cargue consigo una buena linterna ya que generalmente los carros no tienen una buena iluminación interna que permita revisar la hoja de ruta con facilidad. Además es importante que el carro cuente con unas buenas farolas, sumadas a las exploradoras, para tener buena claridad sobre la vía. También existen modalidades con rutas preestablecidas en dispositivos de mapas GPS donde solo se controla la velocidad. Sin embargo, el rally puro es navegación total identificando la ruta y cómo debe realizarse.

En Colombia están empezando a desarrollarse cada vez más rallies de regularidad. Se desarrollan varias competencias anuales entre las que resalta el Rally BMW de la Sabana del BMW Club Clásicos Colombia, el Haciendas Classic Choppard Rally,  el Rally la Lechuza del Club los Tortugas, Copa Naspal Rally Colombia entre otros. El nivel de las tripulaciones ha ido incrementando de tal forma que ahora participar es mucho más exigente y divertido.

Juan Felipe Reina Munévar.

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