Felipe Ordóñez es el mayor de tres hermanos. Su pasión por los carros fue heredada de su abuelo y posteriormente de su padre. Recuerda con nostalgia aquellos tiempos en los que las familias se reunían los domingos para compartir lavando los autos en la entrada de la casa. Creció así en él un gran interés por los motores, las máquinas, la mecánica y especialmente las marcas alemanas BMW y Mercedes Benz. En la época de la Copa Sprint en Colombia Felipe corrió en la categoría de turismos en un Fiat 147, posteriormente en el continente asiático se convirtió en corredor profesional de autos a control remoto de pista 1/8 llegando a participar en el mundial de Australia del año 2001. En cuanto a los vehículos que ha tenido, la historia ha sido muy interesante: un microbús Volkswagen rojo con blanco, uno de los primeros Montero en llegar a Colombia, un Volkswagen Golf GLI, un Toyota Celica, un Fiat 147 arreglado para pista (recuerda manejarlo por carretera a 200 kilómetros por hora), un Chevrolet Monza, un BMW E30 325, un BMW M3 E46 americano, dos Seat Cupra y finalmente el BMW E21 que decidió bautizar como El Clásico.
La historia comienza un año antes de la compra del carro. Felipe estaba con su padre quien le dijo: cuando menos piense Martín entra a la universidad. Esto llevó a Felipe a tomar la decisión de hacer un proyecto con su hijo, para tener un recuerdo muy especial antes de que éste llegara a la adolescencia y sus intereses se enfocaran en otras cosas. Por su tradición familiar optó por llevar la idea por la línea de los carros. Le propuso a Martín que buscaran una BMW 2002 touring para restaurar o un BMW E21 como proyecto de carreras para el circuito San Diego. El proyecto de la 2002 touring lo abandonaron rápidamente al ver que los precios eran mucho más altos que su presupuesto. Tomó fuerza entonces la idea de adquirir un E21, la carrocería que le dio vida a la serie más vendida de BMW en el mundo, la Serie 3.
El Clásico fue producido en Junio de 1981 y embarcado en Bremmen en el buque DOLLY SKOU, de bandera Danesa, el 10 de agosto del mismo año. Llegó al puerto de Cartagena un mes después, el 15 de septiembre. Fue importado directamente por Leasing Santa Fe S.A. para ser entregado a su primer propietario, la compañía Sanro Limitada, que lo matriculó el 18 de marzo de 1982. Su segundo propietario fue Cristian Peter Boller quien se lo vendió a Felipe el 27 de Marzo del 2012.
Un sábado, en compañía de Mario Correa, llegaron a la casa de Cristian a ver el carro. Se le notaban los años de estar guardado, le costaba mucho prender, tenía las llantas un poco desinfladas y su estado de pintura estaba bastante deteriorado. El interior tenía unos forros de pana azul desteñidos y viejos, además el timón estaba recubierto por un forro grueso de caucho pegajoso, como el de los taxis. Lo miraron detenidamente notando que se veía derecho y muy bien de latas aunque no se moviera muy bien. Felipe le propuso a Cristian hacerle un peritaje al carro. Lo llevaron al taller de Don José Barrera, donde llegaron por recomendación de Lucho García. Felipe solo tuvo que esperar un día para que Don José lo llamara: ¡Ese carro esta muy bueno, cómprelo! ¡De latas está perfecto, el chasis está sano y con decirle que tiene la tapicería original!
El auto fue llevado personalmente por Cristian a la casa de Felipe. Se despedía del carro su hija de unos 8 años mientras que llenos de alegría e ilusión lo recibían Martín y Felipe. Ya con el E21 en casa invitaron al resto de la familia a que bajara al garaje a conocerlo. No vieron el potencial que padre e hijo si veían. La hija menor de Felipe, que en aquel entonces tendría unos 7 años, dijo: papá este carro está lleno de manijas. Por su parte la mayor complementó: es un carro viejo. Martín les respondió: ¡no, es un clásico! En ese momento quedó bautizado El Clásico.
El carro estuvo en el taller de José Barrera unas 6 semanas, donde lo pintaron, le cambiaron culata, porque estaba porosa, el eje de levas, además de organizarle múltiples detalles. Los primeros paseos en El Clásico fueron por la Sabana con Martín y llevándolo a los diferentes eventos de carros en el Autódromo de Tocancipá, donde siempre participan en pruebas de regularidad.
Fue regresando a casa un sábado del autódromo con Martín que Felipe recibió la llamada de Fernando Vargas. El presidente del Club BMW Clásicos Colombia lo contactaba para ofrecerle unos rines para el E21. Fueron 10 minutos de ver fotos y discutir con Martín los que le permitieron a Felipe comprar unos rines BBS que casualmente fueron producidos en junio de 1981, en el mismo mes que El Clásico. Se mandaron a restaurar, se consiguieron unas llantas rin 15 y se instalaron. Se apreciaba muy alto el carro así que tomaron la decisión de comprar una suspensión sport para reemplazar la que ya tenía.
En el proceso de restauración de El Clásico, en términos generales, se han realizado los siguientes trabajos:
Interior:
- Se restauró el sistema de aire acondicionado y calefacción.
- Se restauró el radio y se instalaron parlantes y antena nuevos (NOS).
- Se reparó la guantera que tenía la tapa rota.
- Se instalaron los portamapas en ambas puertas.
- Se reparó la puerta derecha cuyo seguro no funcionaba.
- Se reparó el sistema de espejos eléctricos.
- Se destaparon los desagües del sunroof.
- Se cambiaron las chapas de las ventanas traseras.
- Se instalaron los protectores de las palancas de ajuste de las sillas delanteras.
- Se instalaron las tapas de los cinturones de seguridad.
- Se instalaron las tapas de los tornillos de la silla trasera.
- Se instalaron los bujes de plástico de las chapas de las dos puertas.
- Se completó al 100% la caja de herramientas grande, con esponja, bombillos y fusibles de la época.
- Se ajusto el botín de caucho que cubre le freno de mano.
Exterior:
- Se instalaron las luces de cruce delanteras nuevas.
- Se instalaron los riñones nuevos.
- Se instalaron las exploradoras nuevas.
- Se instalaron nuevos emblemas.
Motor:
- Se instalaron la culata y el eje de levas nuevos.
- Se instaló el radiador nuevo.
- Se instalaron todas las mangueras de refrigeración nuevas.
- Se reparó la caja de dirección.
- Se instaló la bomba principal del clutch
- Se restauró el carburador.
- Se pintó la caja del filtro de aire.
- Se instaló la tapa de la caja de fusibles.
- Se instaló una batería nueva.
- Se instaló la válvula de calefacción nueva.
- Se instaló el tarro final del exhosto nuevo.
- Se instaló una suspensión nueva.
- Se instaló la espuma de protección de la tapa del motor nueva.
Pendientes:
- Instalar una caja de 5 cambios.
- Instalar frenos de disco en la parte trasera.
- Realizar un proceso general de pintura.
- Realizar un proceso de zincado de toda la tornillería.
Felipe había sido contactado por el BMW Auto Club Colombia mientras era propietario del M3 E46. Se asoció y así fue invitado a participar del coctel en el que el Club BMW 2002 Colombia hizo un relanzamiento con su cambio de nombre a Club BMW Clásicos Colombia. Allí le llamaron la atención la gran cantidad de asistentes además de la notoria camaradería entre socios e invitados. El profesionalismo del club de clásicos lo atrajo a tal punto que decidió afiliarse esa misma noche para compartir con otros el placer de revivir la pasión por el clásico alemán.
Durante el proceso de restauración, reparación y refacción de El Clásico ha sido siempre apoyado por amables y certeros concejos de los socios. Para Felipe y Martín es un placer disfrutar del carro en las salidas del club, en los eventos de fotografía y ahora en las primeras manejadas de Martín. Felipe termina expresando: El Clásico ha sido un proyecto especial para compartir con mi hijo, cada “mecaniqueada”, cada paseo y cada foto. Espero que algún día Martín restaure un carro con uno de sus hijos.
Para tener mayor información y detalles acerca del proceso de restauración de El Clásico, diríjase al siguiente enlace: Mi tercer BMW: E21 320/6 1982.
Juan Felipe Reina Munévar.