Durante los últimos años han crecido en número los procesos de restauración de autos clásicos. Existen varias personas apasionadas por el tema que dedican su dinero y tiempo para devolver estas fabulosas máquinas al mejor estado posible. Incluso se ha vuelto común que las mismas fábricas busquen revivir algunos íconos que alguna vez fueron protagonistas de sus épocas. Este es el caso del BMW 507 Roadster de Elvis Presley.
El descapotable que venía con un motor V8 de 3.2 litros y 155 CV fue diseñado por Albrecht Graf Goertz destinado para el mercado estadounidense. BMW presentó el carro frente a diferentes personalidades como el rey Balduino de Bélgica y el entonces rey del rock Elvis Presley. Siendo un muchacho de tan solo 23 años, Elvis se encontraba prestando el servicio militar en la Tercera División Acorazada del ejército de los Estados Unidos en Bad Nauhiem, Alemania occidental. Era el año 1958.
Elvis adquirió el 507 que desde entonces llevó matrículas de las fuerzas armadas estadounidenses. Era un deportivo blanco que podía ser reconocido con gran facilidad. Las admiradoras del rey del rock solían escribir sus direcciones en la parte lateral del coche utilizando los pinta labios. Lo que al principio fue algo gracioso terminó por cansar al propietario del auto que finalmente decidió por cambiarle el color a rojo. Finalizado el servicio militar el ejército transportó el auto para los Estados Unidos. Perteneció a Elvis hasta el año 1960. El deterioro del vehículo fue imparable. Se le perdió la pista pero fue visto nuevamente en 1968 en el galpón de Jack Castor, un ingeniero aeronáutico. Castor tenía la idea de restaurarlo pero el momento nunca llegó y los años pasaron con el 507 guardado.
Fue en el año 2014 que el auto llegó a las manos del departamento BMW Classic en Münich. Después de exhibirlo durante unas semanas empezó el trabajo de restauración. Aunque el motor había sido cambiado por un bloque V8 Chevrolet, el trabajo se realizó a cabalidad. Todas las piezas fueron revisadas y recuperadas. Incluso las partes ya inexistentes como las manijas de las puertas fueron reconstruidas a partir de una impresora 3D. El color original, feather white, regresó a la carrocería. Se fabricó un nuevo panel de instrumentos y se retapizó completamente.
Juan Felipe Reina Munévar.